La inteligencia límite es una condición humana que se caracteriza por tener un cociente intelectual (CI) entre 70 y 85 más alguna alteración de las habilidades adaptativas, que son aquellas que utilizamos para desarrollar las actividades de la vida cotidiana como la comunicación, la participación social o la vida independiente.
Las personas con inteligencia límite necesitan apoyos puntuales, a lo largo de la vida, para ir superando las barreras que se encuentran en los distintos ámbitos: familiar, educativo, social y laboral… y que les dificultan desarrollar su proyecto de vida.
- Puede observarse en edades tempranas un ligero retraso en el desarrollo motórico.
- Puede observarse retraso en la adquisición del lenguaje.
- Pensamiento lento y subordinado a la acción.
- Utiliza un lenguaje muy usual con escaso grado de abstracción.
- En el lenguaje oral, tanto expresivo como comprensivo, presenta leve retraso a nivel sintáctico y semántico.
- Poca habilidad para establecer relaciones sociales.
- Capacidad para organizar su rutina diaria.
- Adaptación lenta a lugares ajenos a su entorno social.
- Consigue con lentitud los procesos de aprendizaje sensorio-motriz, preoperacional, operacional concreto y puede esbozar aprendizajes formales.
- Presenta atención dispersa y baja concentración y motivación en actividades de aprendizaje.
- Presenta fracaso e inadaptación en niveles avanzados de la escolaridad.
- Graves dificultades para acceder al mercado de trabajo competitivo.
- Desarrolla actividades que no impliquen responsabilidad ni toma de iniciativas.
- Bajo rendimiento en actividades laborales mejorando éste cuando trabaja en Centros Especiales de Empleo.
- Inestabilidad emocional, fácilmente influenciable por el medio.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Inseguridad y escasa iniciativa ante la realización de actividades.
Fuente: RD 1971/1999 - CAP. 15, relativo a la valoración de grado de discapacidad en la Comunidad de Madrid.
La definición de la Convención de las personas con discapacidad de la ONU explica que la discapacidad “una deficiencia intelectual a largo plazo que, al interactuar con las barreras que hay en el entorno, puede impedir su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones que los demás”.
Por lo tanto, la inteligencia límite se considera discapacidad porque:
- Afecta a diferentes ámbitos de la vida de una persona dificultando su socialización.
- Genera necesidades de apoyo concretas en las diferentes áreas.
Las personas con inteligencia límite tienen dificultades para desenvolverse con autonomía en el día a día si no tienen apoyos concretos y con una frecuencia ajustada a sus necesidades.
Debido a la escasez de estudios e investigaciones sobre esta discapacidad, no existe un consenso científico sobre qué puede originar inteligencia límite.
Obviamente esto dificulta el diagnóstico que se realiza basándose en test y pruebas objetivas y también en la observación de características personales asociadas a las personas con inteligencia límite.
El colectivo de personas con inteligencia límite es tan heterogéneo como la diversidad humana. Habitualmente no presentan rasgos físicos aparentes y se observa un desfase entre su edad y su madurez intelectual, un ritmo de aprendizaje lento, una carencia de habilidades sociales, dificultades en el manejo del tiempo y del dinero… se observan dificultades para que pueda llevar una vida autónoma acorde a su edad, sus gustos y sus deseos.
La inteligencia límite se puede diagnosticar a cualquier edad. Los aspectos que pueden llevarnos a pensar que una persona puede tener inteligencia límite suelen observarse en el ámbito familiar o en el escolar y se van haciendo más evidentes según avanzan los años y la exigencia del entorno es mayor.
Las dificultades escolares, sociales, de autonomía o de desarrollo personal suelen ser el punto de partida para buscar un diagnóstico.
Los profesionales cualificados para realizar las pruebas diagnósticas objetivas que proceden y emitir un juicio clínico son los psicólogos y los neuropsicólogos. En la etapa escolar, esta valoración la pueden realizar también los equipos de orientación psicopedagógica.
Una vez se dispone del diagnóstico se puede solicitar el reconocimiento administrativo del grado de discapacidad para acreditar su situación de discapacidad.
El reconocimiento administrativo se realiza en los Centros Base de Valoración y Orientación a personas con discapacidad encargados de la valoración, calificación y reconocimiento administrativo del grado de discapacidad.
El reconocimiento de un grado de discapacidad igual o superior al 33% permite ejercer los derechos que las personas con discapacidad tienen reconocidos en todo el territorio español y acceder a distintos beneficios, prestaciones y servicios.
La inteligencia límite no es una enfermedad, ni se cura ni tiene tratamiento. Al ser reconocida como una discapacidad la persona necesita información, acompañamiento psicosocial y una intervención profesional especializada para mejorar sus habilidades y autonomía y, sobre todo, necesita contar con los apoyos justos y necesarios para poder desarrollar su proyecto de vida.
En este sentido es muy importante el apoyo profesional pero también de toda su red de apoyos y de la sociedad.
Kyrios ofrece atención y servicios especializados a personas con inteligencia límite y sus familias.
- Asesoramos sobre la inteligencia límite.
- Orientamos para diagnosticar y evaluar la inteligencia límite y acompañamos a las personas en ese proceso.
- Elaboramos planes personales de apoyos para que las personas con inteligencia límite consigan sus metas y deseos.
- Coordinamos el sistema de apoyos que necesitan en cada momento de la vida.
- Desarrollamos programas especializados para fomentar su socialización.
En definitiva, en Kyrios ofrecemos una atención integral personalizada y es un lugar de encuentro para las personas con inteligencia límite y sus familias.
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